¿Qué le interesa a un vendedor? A esta pregunta va dedicado el post de hoy.
Con frecuencia se piensa que a los vendedores les interesa únicamente ganar dinero y prestigio, pero no es verdad. También piensan en sus clientes, en su empresa y en su producto.
En el mundo actual la competencia es feroz y preocupa estar informado y actualizado para tener algo interesante que ofrecer, de modo que aumenta el interés por conocer el entorno. Eso supone que el esfuerzo por hacerse un sitio en el mercado se incrementa aunque no siempre se obtiene la recompensa proporcional a tal esfuerzo.
Al vendedor de hoy se le exige demasiado: conocimiento del producto y del mercado por un lado, pero también conocimiento del cliente. Pero resulta que el producto es cada vez más sofisticado, el mercado global y al cliente hay que buscarlo entre mareas de redes sociales, por lo que se torna imprescindible el dominio de cierta tecnología y el desarrollo de estrategias de comunicación.
Por otra parte la vinculación trabajador-empresa se va haciendo más líquida y cuesta remar en la misma dirección, sin olvidar que la flexibilidad y capacidad de adaptación de la que tanto se habla no surge por arte de magia, sino que cuesta mucho conseguirla.
Ante tanto reto lo que queda es confiar en la propia capacidad de aprender y en otros que vayan delante en el camino.
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