Y ya metidos en el asunto…por dónde empezamos a construir ? Es esto lo mío?
Desde luego que determinar el rumbo no es tarea fácil…Antes hay que saber cómo somos y a donde queremos llegar, asuntos complicados ambos. Pero en cualquier caso para cruzar este río tenemos que atravesar ese puente.
Vamos poco a poco.
¿Cómo somos? ¿Nos gusta más trabajar con personas o con máquinas? ¿Nos cansa la rutina o es nuestro refugio? ¿Nos atrae la sorpresa o nos encontramos más seguros conociendo el terreno? ¿Tenemos resistencia física o nos agotamos enseguida? ¿Nos asusta el cambio o lo necesitamos a menudo? ¿Nos cuesta aprender o somos insaciables?
¿Cómo pensamos? ¿Tenemos las cosas claras o nos dispersamos fácilmente? ¿Confiamos con frecuencia o casi nada nos sorprende? ¿Nos gusta llevar el control o preferimos que otros nos dirijan? ¿Soñamos despiertos o pasamos de rollos? ¿Preferimos crear o adaptarnos a lo creado?
¿Qué opinamos? ¿Todo está inventado o hay mucho por hacer? ¿Las empresas son humanas o buscan el beneficio? ¿Los vendedores nos mienten o confían en lo que hacen? ¿Valgo para vender o me aterroriza imaginarlo? ¿Mejor vender productos propios o ajenos? ¿Más rentable ser autónomo o contratado?
¿A dónde queremos ir? ¿Busco prestigio o prefiero trabajar en la sombra? ¿Mantengo mis sueños vivos o los adapto a las situaciones? ¿Me preocupa fracasar o me atrevo a lo que sea? ¿Pájaro en mano o ciento volando? ¿Tengo deudas conmigo mismo o estoy libre de cargas? ¿Quiero seguir siendo quien soy o quiero descubrir quien puedo llegar a ser?
Date un tiempo para contestar a estas preguntas y anótalas. Sé sincero al pensar las respuestas y no tengas miedo de descubrir en ti aspectos nuevos.
De tu sinceridad dependerán tus aciertos.
Y cuando lo tengas claro, sigue leyendo…
¿Te apetece comentar algo al respecto?